Viviendo con una Loba

Coge el 80% de todo que sabía del adiestramiento del perro, mételo en una bolsa y… tíralo a la basura. Esto es lo que mi perra loba me ha enseñado, a rellenar de nuevo ese porcentaje de una forma mucho más pura, más natural, más respetuosa, más real… Mil gracias por llegar a mi vida de una forma tan inesperada, mil gracias por romperme media casa, mil gracias por eliminar la jardinería de mi vida, gracias por dejarme sin cena, por romper todos los comederos, por frustrarme al ver que no podía controlarte en algunas situaciones, mil gracias por enseñarme a respetarte,  por ser indomable y evidentemente un millón de gracias por, después de mil intentos patizambos de ensayo y error hacerme digno de tu amor, de tu respeto y de patronear tu vida. ¡Gracias!.

 

La llegada de Padme a mi vida fue tan rápida como inesperada. Un día entraste en la pista de entrenamiento para no volver a salir. Te vi, preciosa, esbelta, natural, elegante… sin saber que estaba viendo a mi futura maestra, a mi compañera de manada, a mi séptima perra. El primer día conmigo ya me hiciste saber que eras diferente al resto. La única perra de toda mi carrera de adiestrador con la que me he rendido en el primer día. Tenía que medicarte, no nos conocíamos bien y tus dientes heredados del lobo, más grandes de lo normal, me dejaron muy claro que había un límite que no podía rebasar. Respetuosa y elegante hasta sacando los dientes, preciosa y perfecta.

 

No eres una perra, no eres una loba ¿Cómo enseñarte? Después de intentarlo por las vías normales sin obtener los resultados deseados lo vi. La respuesta estaba delante de mis narices, ella era la respuesta. Una parte instintiva tan fuerte como incontrolable dentro de ti te obliga a hacer de todos los perros que habitan contigo, perros perfectos, sean los míos o los de mis clientes. Te obligas a eliminar miedos, muestras excesivas de nerviosismo, eliminar posesiones incomprensibles… ¡Eras yo!, una adiestradora que me hacía la competencia y ¿Por qué no decirlo? Lo hacías mejor que yo. No podía pararte cuando ejercías de madre con mis seis perros. Pero… ¿Cómo pararte cuando sé qué haces lo correcto? ¿Cómo intervenir en una situación que se ha creado por no haber intervenido yo a tiempo?, ¿Cómo parar la clase magistral que me estás dando? Tu educación no ha sido directa hacía ti, ha sido un cum laude en el campo de la etología de manada. Reestructurando a mi manada y a los perros que acuden a mi casa para que les ayude has sido domada. Completándote como perra/loba de manada me he ganado tu respeto, has sabido ver que soy capaz y has cedido terreno educativo que estabas obligada a poseer por carecer de dueño.

 

No se trataba de aplicar fórmulas de adiestramiento, fórmulas de psicología canina… Se trata de jugar con un organismo vivo formado de varios seres independientes pero cohesionados, verlo como una orquesta en la que todos tienen un papel pero necesitan de una figura que les de los tiempos musicales, que dirija la frecuencia e intensidad de las actuaciones. Menuda canción… cuando crees que lo sabes todo… te das cuenta de que no sabes nada y tiene que venir una loba a dejártelo claro.

 

Solo entonces, con el equilibro formado en el grupo, te has calmado, me has visto capaz y, sobre todo, me has visto como digno profesor -a ver que tiene que decirme el tipo este de la barba. Puede que esté en lo cierto-. Muchas veces son las que he hablado de esto, de la “Rebeldía Canina” pero lo que no sabía al hablar era que iba a sucederme a mí. Los perros comunes se habitúan fácilmente, pero Padme ha sido una maestra exigente, a ella no le van las medias tintas, o se hace perfecto o lo hace ella.

 

Hay otras cosas a destacar en tu educación y, sobre todo, en lo que me has enseñado. Las injusticias. No agachas la cabeza y asumes algo que consideras injusto así como así. No entiendes el porqué de no poder coger comida de la mesa si nadie se la va a comer. Si lo piensas bien tiene todo el sentido del mundo, de hecho tiene toda la razón, yo ya he terminado de comer, ella no me está faltando al respeto, en teoría es el momento en el que come el resto de la manada. Mi misión es hacerle entender que no es así. Este desafío con un perro común no dura más de quince minutos pero ella hace que a día de hoy esté alerta todavía, a regañadientes asume el mandato pero únicamente porque he sido justo con ella y con el resto de los perros y les he marcado de forma clara los tiempos y modos de alimentación. Como he dicho anteriormente esto se ha conseguido sólo cuando me ha visto como un buen director de orquesta. Con las injusticias es mucho lo enseñado. He aprendido a ver mejor tus necesidades más profundas y de rebote las del resto de los perros y me has enseñado a no dejarlas pasar, todo lo que quieres te lo voy a dar puesto que eres pura, con esto quiero decir que nunca me vas a pedir o vas a necesitar algo que sea malo, no sabes ni tú ni el resto de los animales lo que significa eso, la malicia no es algo que esté en vuestra naturaleza. Me pides seguridad, me pides comida, necesitas ser perra, necesitas verte capaz, necesitas una familia, necesitas el calor de un grupo cohesionado… Eres perfecta sois perfectos. Si un perro muerde es por carecer de seguridad, por ser inestable, por no entender situaciones. Si un perro roba comida es por no conocer los tiempos de alimentación, por carecer de una familia estructurada. Si un perro ladra a todos los congéneres es por no haberle educado de forma que use la mente más que la emoción, una vez más, por carecer de una familia estructurada. No hay un ápice de maldad en los actos de los perros, tan sólo frustraciones, incomprensiones o malos aprendizajes.

 

Me has enseñado a asumir mis errores haciéndome responsable directo de tu anterior dirección de orquesta, me has enseñado a ser mejor y más apto para mi familia canina y mejor profesional en el trabajo. He de escucharos más de lo que hacía, que no era poco, y con la certeza de vuestro buen hacer dirigiros dándoos todo aquello que deseéis pero de forma organizada. Hemos de crear un tándem humano/canino en el que juntos aprendamos a recorrer los mismos caminos del mismo modo y en el mismo orden. Un camino justo y digno de ser recorrido.

 

Con este artículo te doy las gracias, sé que no me vas a devolver el dinero de todo lo que me has destrozado en el proceso pero ¿quién lo quiere? Lo que me has dado es eterno e indestructible y sé que el camino que nos queda por recorrer va a ser legendario. Así que, como decía al principio, gracias por romperme media casa Padme.

 

 

 

 

 

 

 

 

Pascual Verdú (Adiestrador inscrito en el Registro Oficial de Adiestradores Caninos Capacitados de la Comunidad Valenciana CV-ACC70)

Tera-Can (Pascual Educación Canina en Alicante). Conoce más sobre el maravilloso mundo canino. Resuelve problemas de conducta y malos hábitos de tu perro simplemente usando sana y natural comunicación canina. Educación Canina y Adiestramiento Canino Alicante.  

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